martes, 2 de diciembre de 2008

Bicicleta, lluvia y clases sociales

Hoy ha sido un día de lluvia y frío en Murcia. Si ya me sienta bien ir en bici todos los días al trabajo, es aún más reconfortante cuando llueve, porque la 'pequeña' recompensa al relativo esfuerzo de pedalear cada día es librarse de atascos, tardar siempre lo mismo en llegar, olvidarse de gorrillas aparcacoches, de gente enfadada tocando el claxon, de malos humos y de facturas de combustible. Es, aunque suene ridículo, sentirse libre.

Al regresar a casa y coincidiendo en un semáforo en rojo, me dice una mujer mayor en moto "¡cómo os apañáis los jóvenes!". Imagino que lo diría al ver mi maleta y el libro que llevaba atado a ésta, pensando "pobrecito, tiene que volver de estudiar lloviendo y en bici". Ese inocente comentario me hizo recordar la imagen que aún se tiene muchas veces de la bicicleta, que cuando uno ve a una persona joven en bici suele pensar que lo hace porque aún no se puede comprar un coche, que es una persona sin recursos que intenta salir adelante con pocos medios (más o menos como los inmigrantes en bici). Y no solo no siempre es así, sino que cada vez lo es menos.

La bicicleta ya no es de pobres, niños, deportistas, hippies ni ecologistas. Ahora es más que nunca lo que siempre fue: un medio de transporte universal, limpio y democrático, que cada vez está (y estará) más presente en nuestra vida diaria.

Escrito por "Membris Khan" en el foro somostrafico.com (Para ver la entrada original -> http://somostrafico.com/viewtopic.php?f=3&t=222&p=1535#p1535)

Se fue y nada será igual

Permitidme este texto para transmitir un sentimiento:

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Aquel hombre era, por encima de todo, la mejor persona del mundo. Se fue para nunca más volver y el vacío que dejó es imposible de llenar ni tan siquiera una micra.

Como legado dejó a todos su amor. A mí, con mucha tristeza, me llegó el mejor regalo posible, su pasión hecha realidad: sus bicis.

La de montaña me devolvió la vitalidad, la alegría, las ganas de respirar, la sonrisa, el placer de sentir la brisa en el rostro y el placer de moverme con el simple empuje de mis piernas. Pero más gratificante aún que todo esto eran otras sensaciones más allá de lo racional, era empuñar el mismo manillar que empuñó él, era cambiar con el mismo cambio que cambió él, era inflar las mismas ruedas que infló él, era frenar con los mismos frenos que frenó él…; era ir montado en la misma bici que montaba él.

La usé a diario como mi medio de transporte y la bauticé con el nombre de Santiaga, como el suyo: Santiago.

Cuando subía en ella siempre tenía la sensación de que no iba sólo, él iba conmigo, siempre, acompañándome con su sonrisa, acompañándome con su tono campechano, acompañándome con su alegría, acompañándome con su amor, como si nunca se hubiera ido.

Después de más de 4000 kilómetros juntos ayer Santiaga dijo que no quería llevarnos más, que había sido un placer el desplazarnos con tanta alegría pero había llegado su fin. Santiaga partió su cuadro y con él partió mi corazón y mi alma.

Habrá otras, lo sé, porque también es mi pasión como era la de él y en breve la sustituiré; pero Santiaga era Santiaga, única, con su historia conmigo, con su historia con nosotros, con su pasado con él.

Me llegó con mucha tristeza y con mucha tristeza se va.

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Un vacío saludo a tod@s y muchísima salud!

Escrito por "Parawallo" en el foro somostrafico.com (Para ver la entrada original -> http://somostrafico.com/viewtopic.php?f=3&t=182)

¿Santiaga, eres tú?

Hace casi dos meses, en concreto el 1 de octubre, posteé un mensaje con el título “Se fue y nada será igual”.

Aquel escrito comenzaba con la frase “Permitidme este texto para transmitir un sentimiento”

Hoy, vuelvo a escribir esa misma frase pero con un sentido diametralmente opuesto.

Permitidme este texto para transmitir un sentimiento:

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La palabra “milagro” debe tener tantas connotaciones y significados como personas hay en el mundo o incluso más. En mi caso no tiene ninguna connotación religiosa pero sí sentimental.

Como much@s sabréis mi bicicleta de montaña falleció tras recorrer conmigo más de 4000 kilómetros. Fuel el 30 de septiembre de 2008. Partió su cuadro y con él también se partió mi corazón y mi alma proque me llegó como legado de la mejor persona del mundo que se fue para nunca más volver y, por él, la bauticé con el nombre de Santiaga, como el suyo, Santiago.

Lloré la muerte de Santiaga casi tanto como la de Santiago por lo que para mi significaba cada vez que me subía en ella y estar en contacto con todo lo que él también estuvo en contacto, en realidad sentía como si él fuera también conmigo dando pedales.

No me resigné ante tanta tristeza y, ya que devolver la vida a Santiago era y es imposible, busqué la manera de que Santiaga sí volviera a vivir. Para ello llevé a Santiaga a alguien que también conoció bien a Santiago para que acudiera en auxilio de ella y mio. Pepe es su nombre, manitas del metal donde los haya; a él me encomendé.

Hay cosas que por alguna circunstancia se resisten a morir y Santiaga quería ser una de ellas.

Pepe, como si fuera un mago, cogió su barita y consiguió unir de nuevo el cuerpo separado de Santiaga. Y no solo lo unió, si no que lo reforzó aún más.

Pepe hace milagros con el metal, pero no sabe nada de mecánica del pedal, aunque eso para mí ya no era problema, para eso está Paco, más conocido como Andrino, otro buen hombre, muy bueno, supongo que será porque también es ciclista y cada día pienso que esto siempre va unido a aquello.

El día que Pepe me entregó el cuadro resucitado sonreí con ojos vidriosos, pero el día que Paco Andrino me entregó a Santiaga completa y comencé a dar pedales junto con Santiago, ese día me sentí la persona más feliz y con más suerte del universo conocido y desconocido.

Pepe y Paco Andrino: Santiago, Santiaga y yo os damos la más sinceras y emotivas gracias de todo corazón.

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Epílogo:

El caprichoso destino ha querido hacer un fantástico chiste y no se le ha ocurrido otra cosa que poner a la BiciCrítica de noviembre la temática de los zombies o muertos vivientes. A mi no me parece que exista un mejor guiño ni una mejor ocasión para que Santiaga resucite de entre los muertos y vuelva a participar en la BiciCrítica después de no poder asistir a la de octubre.

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El saludo más feliz del universo a tod@s y muchísima salud!

PD: Sinceras gracias también a tod@s los que en su día me dísteis ánimos.

Escrito por "Parawallo" en el foro somostrafico.com (Para ver la entrada original -> http://somostrafico.com/viewtopic.php?f=3&t=224)