miércoles, 23 de junio de 2010

Relato

Diez mil kilómetros es casi dar la vuelta al mundo por el diámetro de la tierra en su zona del ecuador... por ejemplo.
Hace poco más de dos años, ya con los cincuenta años cumplidos, me presenté en la tienda de bicis de mi barrio Míreme -le dije al dependiente- Quiero una bicicleta para ir a trabajar todos los días. Son 25 kilómetros diarios y sólo le pido que tenga 8 piñones para no quedarme corto en las escasas zonas llanas de mi recorrido. Miró en su exposición y me señaló una... 300 euros.
Desde ese día y salvo alguna muy rara excepción, todos los días, el ir al trabajo, se convirtió en una bonita ilusión.
Diez mil kilómetros en bici por una ciudad como Madrid ¡Qué locura! 0,03 euros el kilómetro. Ningún percance digno de mención. Ningún susto. Ninguna emisión contaminante. Ningún esfuerzo insufrible. Ningún despilfarro.
Dejé de usar el Metro, mucho antes el coche particular y gané en rapidez, comodidad, economía y salud, seguramente también en simpatía, aunque en este tema soy muy duro de pelar.
Los ocho kilómetros escasos que tengo de casa al trabajo, los tuve que pasar a doce y medio, pues descubrí que los caminos rectos o lógicos, no siempre son los mejores para estos menesteres y posiblemente, este sea el secreto de que siga día a día, yendo al trabajo en bicicleta. Que te sigan mirando raro, no lo considero problema mío, además, el que mira raro a los demás ahora soy yo, sobre todo a los que usan el coche particular para realizar la mitad del recorrido que yo hago.
Y ya está... Hoy he cumplido diez mil kilómetros por Madrid y quería celebrarlo con todos vosotros, que seguramente, muchos, llevaréis muchos más.
Nos vemos mañana para celebrarlo mejor.
Saludos y salud.

Escrito por Alberto Guerrero en la lista Yajú de la BiciCrítica (Para ver la entrada original -> http://es.groups.yahoo.com/group/BiciCritica/message/28106)

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